Degustar el fin del mundo
El restaurante Alara, en Finisterre, fusiona diseño y tradición en un proyecto de arquitectura única. Finisterre ha sido siempre un lugar mágico. Un lugar donde el mundo llegaba al fin. A día de hoy este pueblo marinero mantiene su exótico encanto. Una plaza, que corona un pequeño puerto, recibe a los cansados viajeros. Es allí donde emerge Alara Finisterre y nuestro proyecto de arquitectura.
Sobre una antigua vivienda, Marcos Samaniego, de Mas Arquitectura, ha desarrollado un espectacular complejo hostelero compuesto por cafetería, restaurante y taberna, a la que se accede directamente desde la pérgola que recorre la plaza.
Cada espacio fue diseñado cuidadosamente para crear ambientes diferenciados y harmoniosos en los que la esencia marinera del pueblo está siempre presenta gracias a varias macro fotos. Los revestimientos de postes torneados, con tratamiento de autoclave, ofrece un contrapunto de buena arquitectura, diseño y originalidad.
La iluminación ha sido individualizada para acentuar las características de cada uno de los espacios que componen Alara Finisterre. La terraza ha sido diseñada con una bancada corrida para enfatizar la fluidez en un espacio marcado por las espectaculares vistas sobre el océano Atlántico.
Alara Finisterre se ha convertido ya en un referente gastronómico y arquitectónico en Finisterre. Un lugar que sólo los más avezados son capaces de disfrutar.